
Caimán de la Florida, lugareño respetable
Caimán de la Florida, lugareño respetable. Nuestro primer colonizador, se acerca este año con frecuencia a las ciudades y nos preocupa y ocupa. En las zonas urbanas se están haciendo muy populares los avistamientos de esta especie. Les cuento el ¿por qué?, ¿cómo podemos evitarlo? y cómo cuidarnos de un infortunado ataque.
Los sultanes de la Florida no son especies domesticas, podemos sacarlo del pantano, pero el pantano nunca saldrá de ellos. Afortunadamente, al conocido Aligator de la Florida no le gustan los seres humanos, ni siquiera para comérselos. Dependiendo de su tamaño, prefieren culebras, cangrejos o tortugas, pero hay otros ejemplares que bien asaltan a un venado. Pero ninguno de ellos llega a propósito a la ciudad en busca de su dieta. Más bien llegan desorientados tratando de encontrar las condiciones de su pantano, lo que les haga falta. Así que si tienes una piscina, asegúrate de protegerla para que un caimán no entre a darse una refrescada y nunca entres en la piscina por muy tuya que sea sin verificar que no exista nada que represente un peligro para ti.
Las precauciones son las mismas en todas las temporadas, pero ahora que van en busca de pareja están muy activos y se desplazan a grandes distancias. Cuando no están en apareamiento, están cuidando sus crías, o tienen sed, hambre o calor. No hay manera de saberlo, lo que quiero que quede claro hoy es que debemos coexistir con este americano lugareño que merece todo nuestro respeto y consideración.
Recomendaciones para protegernos del Caimán
Las autoridades nos advierten y recomiendan que nadar en áreas no designadas para actividades recreativas o en las que expresamente se prohibe nadar, puede representar un riesgo de tener un encontronazo con un caimán/aligator. No te arriesgues, además, ten en cuenta que aunque este permitido nadar, solo es seguro hacerlo en horas diurnas.
Para evitar sustos o malos ratos con algún miembro de la familia, hay que mantener las mascotas con una correa, la mascota y el aligator se asustan y su instinto animal responde, en ese momento nadie quiere estar en el medio.
Es sumamente importante, no alimentar jamás a los caimanes, cuando lo hacemos, les causamos un daño irreparable. Se acostumbran a los seres humanos, nos pierden ese miedo y respeto que su instinto natural tiene hacia una criatura desconocida y más grande, y terminan acercándose a otros seres humanos lo que representa una fuerte amenaza para todos.